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Where everything is possible Arte,Coca y Cocaína en el siglo XXI

  • Foto del escritor: carla spinoza
    carla spinoza
  • 5 ago 2023
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 11 ago 2023

Por: Carla Spinoza


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Queridxs lectorxs:

¿Alguna vez se han preguntado por el movimiento de los cuerpos que hacen posible el cultivo de la hoja de coca, la elaboración de pasta base de cocaína (PBC), el tráfico y el consumo de cocaína? ¿Sería tan exitoso el capitalismo sin el consumo global de cocaína? ¿Se han preguntado por qué el índice carcelario más alto de mujeres en Bolivia es por tráfico de cocaína? ¿Han consumido cocaína o todavía la consumen? ¿Por qué en la Bolivia racista la hoja de coca solo es de consumo de lxs indixs? ¿Por qué lxs gringxs han insistido en construir narrativas cinematográficas que identifican la coca con la cocaína? ¿Por qué lxs ciudadanxs del llamado Primer Mundo like snorting cocaine in restrooms? ¿Cuántos cuerpos calculan que deben inmolarse para que la cocaína llegue al norte? ¿Por qué la única transnacional autorizada por la DEA para comprar hoja de coca es la Coca Cola Company? ¿Por qué las farmacéuticas le compran hoja de coca a la Coca Cola y no a los países productores? ¿Por qué la Coca Cola nunca reveló su receta? ¿Sabían que la hoja de coca es ilegal en más de sesenta países? ¿Por qué lxs gringxs se habrán afanado tanto en tipificar la hoja de coca en la lista de los estupefacientes más duros? ¿Sabían que la época de oro de la cocaína en Bolivia fue resultado de las dictaduras y la acción de la oligarquía de este país? ¿Sabían que las zonas de producción de hoja de coca en Bolivia se militarizaron durante dos décadas? ¿Qué impulsó a las mujeres cocaleras en 1995 a marchar desde sus cocales hasta la sede de gobierno exigiendo respeto por la vida? ¿Qué significa tener un vínculo sagrado con la hoja de coca? ¿Por qué lxs bolivianxs nos mentimos sobre nuestra propia historia y preferimos creerle a Hollywood? ¿Por qué la victoria del movimiento cocalero se asienta en un solo hombre, Evo Morales? ¿Acaso el chacha-warmi no es la ficción que encubre al patriarcado interno en la vida política de los movimientos indígenas? ¿Sabían que el 65% de las ganancias de la venta de cocaína es captado por lxs poderosxs y lxs cultivadorxs reciben alrededor del 1% del ingreso total? ¿Sabían que la guerra multimillonaria contra las drogas librada por Estados Unidos ya lleva medio siglo? ¿No es irónico que uno de los países con mayor capacidad de blanqueo de capitales impulse al mismo tiempo la erradicación de cultivos ilegales de coca para evitar que acabe convertida en cocaína? ¿Sabían que Estados Unidos monitorea los cultivos de hoja de coca con tecnología satelital en misiones de campo terrestres y aéreas? ¿Qué significa políticamente estigmatizar un país por la producción de una materia prima? Si Bolivia hubiera podido en el transcurso de su historia industrializar la cocaína, ¿sería un país del primer mundo? En fin, ¿qué tiene que ver todo esto con el arte?



En algún recoveco del mapamundi hay un lugar llamado Bolivia, adonde llegó el Pato Donald para padecer. Un destino castigo, clandestino, corrupto, pobre, feo y colorinchi, en el que todo es posible, y del cual el primer mundo recepta la más pura y exótica cocaína. Así lo evidencia el ensayo audiovisual Boliwood (2011), de Sergio Bastani, un collage de escenas cinematográficas del siglo XX y principios del XXI, donde Bolivia se posiciona en el imaginario global como un país de mierda. Al que lxs argentinxs ven con desprecio y lxs gringxs solo nombran cuando snorting cocaine, pero de la buena. Un país sin paisaje, construido imaginariamente a punta de estereotipos, al que Tony Montana, el protagonista de Scarface, viene para cerrar un trato millonario con Alejandro Sosa, arquetipo del narco latinoamericano y alter ego del empresario boliviano Roberto Suárez, conocido en los años 80 como “el rey de la cocaína”, el «Padrino» de la mafia narcotraficante boliviana.





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III Tercer tomo de Arte Contemporáneo Boliviano. Editado por Santiago Garcia @santix.gn & Kiosko Galería @kiosko_galeria.




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